Desde aquel 19 de julio de 1945, la Cámara de Comercio de Tuluá ha sido mucho más que una entidad de registro. Ha sido un puente, un respaldo, una voz. Ha sido testigo y protagonista del crecimiento de los municipios de su jurisdicción del centro del Valle del Cauca. En cada uno de ellos, hemos sembrado confianza, acompañando a miles de hombres y mujeres que todos los días hacen empresa y construyen región. 

Un aporte que trasciende Durante ocho décadas, nos hemos comprometido con algo más que el desarrollo económico: con la transformación real del territorio. Hemos acompañado a comerciantes que comenzaron con una idea en papel y hoy generan empleo formal. Hemos apoyado empresas familiares que evolucionaron en grandes actores del agro, la industria y el comercio; y también hemos tendido la mano a nuevos emprendedores, a mujeres rurales, a jóvenes innovadores, a visionarios que creen que aquí también se puede. 

Nuestros programas han fortalecido capacidades, impulsado la competitividad, promovido la sostenibilidad y generado oportunidades de inclusión. Hemos sido defensores de la legalidad, la ética empresarial y la asociatividad como herramientas de progreso colectivo. Y todo esto ha sido posible gracias a un modelo de gobierno sólido, liderado por nuestra Junta Directiva, máximo órgano institucional, que con visión, transparencia y compromiso ha orientado las grandes decisiones que hoy nos permiten mirar con orgullo el legado construido. 

El centro del Valle no es solo una ubicación geográfica: es una tierra fértil en talento, en vocación empresarial, en ganas de salir adelante. Cada municipio de nuestra jurisdicción aporta una identidad, una fuerza, una historia que enriquece esta Cámara y le da propósito a nuestra labor.